«Detrás» de la noticia N°2

Domingo 19 de junio de 2011

Esta semana iniciamos con el Premio “Troll de la Semana” a la Palabra Ligera

La homilía de José Domingo Ulloa en la Cita Eucarística hizo hablar a algunos de los presentes. Según nota de TVN, Bosco Vallarino, demostrando que estuvo concentrado en el evento, dijo que “las palabras del jefe máximo de la Iglesia Católica panameña, dieron en el clavo, sobre todo en materia de corrupción”. Considerando que el eje de la parte pública del discurso del arzobispo estuvo centrado en el tema de la corrupción, es bueno notar que el alcalde capitalino lo notó. Con él coincide el ex alcalde, Juan Carlos Navarro “quien dice que el arzobispo Ulloa habla en un lenguaje claro sobre la situación del país”. Es resumen, la nota nos dice que ambos hablaron y no dijeron nada.

Quien sí tuvo unas muy interesantes declaraciones fue el vicepresidente y canciller Juan Carlos Varela, quien advirtió “que en su caso nunca ha sido cómplice porque en gabinete dice lo que no le gusta”. Es decir, en menos de 20 palabras el presidente del Partido Panameñista nos ofreció una exquisita radiografía de la naturaleza de los temas en que se ocupa el tiempo de los Consejos de Gabinete. A buen entendedor, pocas palabras…

Productividad… la saga continúa

En declaraciones a TVN, la economista Luisa Turolla sostuvo que la “única manera” de “hacer sostenible el incremento salarial es a través del aumento de la productividad”, es decir “producir más al mismo costo, agregar más valor al mismo costo”.

Insistimos, la productividad de una economía se refleja en indicadores como el PIB. Los niveles de crecimiento económico del país no pueden explicarse sin los trabajadores, a menos que aceptemos una alta dosis de especulación y aportes de actividades de dudosa legalidad.

La productividad dentro del sistema económico no puede explicarse como el producto aislado de uno u otro sector de la producción, encima de manera contradictoria, diciendo que la economía va bien gracias al capital de los empleadores, y va mal hasta el punto de no poder aumentar los salarios por culpa del trabajo que realizan los trabajadores.

Tampoco podemos hablar de productividad como el resultado de la voluntad individual sin tomar en cuenta las condiciones en que transcurre la jornada de trabajo y las condiciones socioeconómicas en que algunos sectores de los trabajadores más que vivir, sobreviven. Tales condiciones, dentro del modelo político y económico panameño dependen casi ten su totalidad del empleador y del Estado.

En un contexto en que el gobierno no cumple su papel de equilibrio y la mayoría de los empleadores buscan la mayor ganancia posible e inmediata, el aumento de la productividad no necesariamente repercute sobre los salarios, sí lo hace sobre la sustentabilidad de los ecosistemas que proporcionan las materias primas, sobre el empleo al reducir la mano de obra necesaria para producir las mismas unidades, sobre la tasa de ganancia al aumentar la explotación del trabajo sin modificar la distribución del producto del trabajo.

Contrario a quienes piden incluso eliminar el salario mínimo y dejar las relaciones laborales al “libre acuerdo entre desiguales”, en Panamá hay suficientes evidencias para pensar que la mayoría de los empresarios nunca ven el momento de mejorar las condiciones de trabajo, entre ellas el salario, si hay crisis porque hay crisis, si no hay crisis “para no provocarla”. Cuando los tecnócratas le sentencien las esperanzas con frases cortas en un lenguaje inaccesible, algo cercano al arameo, sin explicar lo que dicen, dude.

Si pusieran el mismo empeño en tareas constructivas…

Una nota de El Panamá América deja constancia que “si el equipo legal, técnico y político de la Cancillería le recomendó al presidente Ricardo Martinelli que procediera con este asilo es porque hay fundamento” y por lo tanto la posición panameña respecto a la orden de captura de Interpol, la solicitud de la Comisión de Acusaciones que investiga al ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, y una eventual solicitud de extradición se resume en “la defensa a esta figura internacional y legal”.

María del Pilar Hurtado, ex directora del Departamento Administrativo de Seguridad en Colombia, no será detenida, no será devuelta a Colombia, no será interrogada “bajo ninguna circunstancia” según Vladimir Franco, Director de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, en el proceso que se sigue en ese país por escuchas ilegales a magistrados, periodistas y políticos, no será sancionada, porque quienes ejercen la representación del Estado valoran el derecho de asilo para proteger una subalterna de Álvaro Uribe, a éste y sus conexiones.

Formalmente todo bien. La pregunta para los involucrados, y para usted, es sencilla, ¿quién protege los derechos de las víctimas? Cuando le digan que el Estado es respetuoso del derecho, averigüe a cuál ley se refieren, qué intereses ampara esa ley, cuán cerca está de la justicia, a quiénes deja por fuera.

¿Qué significa servidor público?

Una nota de TVN recoge las declaraciones de Lucy Molinar, ministra de Educación, que “no puede hacer nada para que algunos grupos educativos desistan de sus amenazas de paralizar las clases”, y ante un aviso de huelga de los padres de familia dijo que “una huelga no resuelve nada y pidió a los padres de familia que no envíen a sus niños a las calles, porque no los atenderá”.

Los padres de familia reclamaban porque dos escuelas comparten las mismas instalaciones, a lo que la ministra responde pidiendo paciencia por la escasez de planteles. Otra nota de TVN aclara la anterior: los padres cerraron la calle porque “al iniciarse el segundo trimestre, todavía no les inauguran la escuela”, es decir, “la escuela está lista pero sigue cerrada y los niños se ven obligados a dar clases en el piso”.

Independientemente de que la nueva escuela esté lista o no, si una ministra no puede hacer nada con los docentes y no atiende a los padres de familia y los estudiantes, cuando un servidor público declara alegremente que no atiende al público, pregunte ¿qué hace?

Premio “Sí, claro!” a la “Objetividad” en la Información

Una nota de TVN resalta la marcha de residentes de San Felipe y El Chorrillo a la Presidencia para manifestar su apoyo a la Cinta Costera, en su tercera fase. El video indica que tras una reunión de 3 horas el balance fue positivo. Uno de los dirigentes asegura “ningún residente del corregimiento de El Chorrillo va a ser desalojado después que la CC3 sea un hecho”, otro celebra que “el presidente se comprometió a la reparación de edificios de Barraza”. Una dirigente del PRD exige acuerdos firmados, compromiso, igualdad de oportunidades, que garanticen el empleo, capacitación para las mujeres del barrio.

El periodista dice que “las promesas fueron muchas al igual que las esperanzas de todo un pueblo que reclama justicia social” y culmina su discurso afirmando que “la nota curiosa al parecer fue la división que existe en el tema de la tercera fase de la Cinta Costera, mientras que un grupo importante de moradores de San Felipe y El Chorrillo apoyan la obra. En las calles hay personas que no están de acuerdo con el proyecto”.

El conflicto queda planteado entonces entre un grupo importante de moradores que reclama justicia social y personas en la calle. Para culminar, vienen a primer plano las gloriosas notas de la canción Patria, como para que no olvidemos quien está con el pueblo y la patria, y quiénes no. Los límites de tiempo que son tan estrictos en televisión, impidieron incluir las referencias a la lucha de clases, rabiblancos sediciosos y vendepatrias, la rancia oligarquía y el imperialismo yankee, “hábilmente” recuperados y manipulados, que de seguro concluían la “imparcial” nota.

Apoyando a la Cinta Costera III

Una nota de La Prensa anunció el apoyo condicionado de un comité de moradores de El Chorrillo quienes “prefirieron no pronunciarse sobre el hecho de que la tercera fase de la cinta costera afectará al Casco Antiguo, como lo ha venido señalando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura” por la realización de un relleno o un viaducto marino alrededor del Casco Antiguo.

Una nota de El Panamá América señala que la dirigente Olga Cárdenas dijo que «por lo que estamos luchando ahora mismo es por el asunto del empleo, porque siempre estamos cerrando las calles y quedamos fuera del pastel, entonces quedan los que no tienen que meter su mano en El Chorrillo, pero esto se acabó».

Hay indicios de cierto nivel de apoyo económico al comité de El Chorrillo. Sin embargo, eso no reduce la justicia de sus reclamaciones por capacitación y trabajo digno, vivienda digna, espacios públicos. El problema está en el oportunismo o la desesperación de algunos dirigentes barriales que canalizan las necesidades de sus comunidades para apoyar un proyecto que no tiene nada de interés social y sí mucho de especulación inmobiliaria con proyectos de lujo que de seguro no contemplan en los planos a los vecinos hoy se manifiestan a favor del proyecto, a pesar de la débil promesa presidencial que asegura el no desalojo de los pobladores.

El problema está en buscar la solución de los problemas propios e inmediatos sin importar las consecuencias sobre los derechos de los demás, incluyendo las futuras generaciones. El problema está en atentar contra el patrimonio histórico de todos los panameños, y poner por encima el interés individual sobre el colectivo, sirviendo a la confrontación entre panameños en beneficio de un pequeño grupo de especuladores sentados en puestos de mando y jurisdicción. Ese individualismo juega vivo, ese poco importa por el otro, no nos permite avanzar como sociedad.

Llegará el día en que el presidente diga que la promesa “fue a título personal, pero no puedo comprometer a los accionistas de las empresas, propietarios de los terrenos y el proyecto, a ser respetados en su derecho, porque la seguridad jurídica de las inversiones, son la base del desarrollo económico del país y por lo tanto, los vecinos se verían bien en Chepo, Chame o Chilibre”.

Para mayores referencias sobre el valor de la palabra presidencial, comunicarse al 511-4103 o 511-4106, preguntar por Juan Carlos.

Y el ganador de este show es…

Notas de Telemetro, La Prensa y El Panamá América reseñan el intercambio vía Twitter entre el presidente Ricardo Martinelli y el ex presidente Martín Torrijos sobre quién ha tenido “mejores” casos de corrupción y quién los ha usado “mejor”. Torrijos dice que Martinelli distorsiona el pasado para desviar la atención de los escándalos del presente. Martinelli responde que hubo peores escándalos y muerte durante el gobierno de Torrijos. La nota no aclara si se refiere a Torrijos padre o Torrijos hijo, o ambos.

El mismo tema fue desarrollado en una nota de La Prensa por el secretario general del PRD, Mitchell Doens, quien le pide al gobierno de Estados Unidos de América que le quite la visa al presidente Martinelli por ser “el más corrupto de este gobierno”, el cual por cierto es “un gobierno de gente corrupta”.

Para mantener el elevado debate en las elevadas esferas de nuestros partidos políticos, el secretario ejecutivo de Cambio Democrático, Luis Cortés dice “que es una falta de respeto decirle corrupto a un mandatario” y que los señalamientos son un “atentado directo contra la democracia”. Frank De Lima termina el “debate” recordando a Doens que de los dos ex presidentes del PRD, uno no tiene visa y el otro es vinculado con el caso CEMIS.

Ninguno hizo una declaración condenando la corrupción, mucho menos reconociendo la propia. Solamente comparan su corrupción con la del otro como si se tratara de observar los límites de una tarjeta de crédito quinquenal para la corrupción gubernamental. La competencia es difícil para saber quien gana, lo seguro es que perdemos todos.

A la noche, informó El Panamá América, tanto Martinelli como Torrijos tomaban juntos un descanso de sus interpretaciones en la fiesta de cumpleaños de Roberto “Manos de Piedra” Durán.